No hay mejor forma de empezar que con un buen propósito, así que para empezar con buen pie en la empresa, repaso algunos propósitos para tu empresa:
Una vez pasadas unas semanas de este año 2015, superado el famoso “Blue Monday”, empezar la dieta, dejar de fumar, salir a correr y apuntarse al gimnasio de nuevo, es buen momento también para plantearnos algunos propósitos tecnológicos para llevar a cabo en nuestra empresa.
Como con todo, se trata de marcarse una serie de puntos claros y concisos que nos ayuden en el aspecto tecnológico de nuestra empresa, no tiene por qué ser una gran revolución, pero si una renovación.
Quizás sean propósitos que se repiten año tras año, que se insisten constantemente, pero si son buenos propósitos, ¿por qué no insistir?
- Adapta tu web a las nuevas tendencias. La web es la imagen de la empresa en Internet ¿cuando le lavaste la cara por última vez? . Que la web sea responsive design se está convirtiendo en un requisito, cada vez navegamos más con nuestro smartphone y la web debe estar adaptada a este perfectamente. No te olvides tampoco del contenido ¿sigues ofreciendo todo lo que hay en tu web? ¿han habido cambios en la empresa? Revisa y adapta los textos, imágenes, fotografías, etc. ¿o acaso tu web es arte rupestre?
- Renueva y refuerza la infraestructura informática. Una simple audítoría informática puede ayudarte a descubrir cuellos de botella, fallos de seguridad y otros problemas informáticos que pueden afectar al rendimiento de la red. Solucionar este tipo problemas o aplicar mejoras en los equipos no tiene por qué ser costoso, muchas veces son asuntos fáciles de solucionar y la solución es bien sencilla.
- Prevenir antes que curar. Muy relacionado con el propósito anterior, estaría el de la prevención informática. ¿Cuanto tiempo perdemos a lo largo del año debido a problemas informáticos que surgen por falta de prevención? Perdidas de datos, cortes de luz, etc. Incluso el acceso a un soporte telefónico inmediato nos puede sacar de un apuro y permitirnos seguir trabajando.
- Amplía tus conocimientos e invierte en formación. Decide que habilidades quieres mejorar, o cuales te vendrían bien para tu trabajo. La formación no es un simple gasto, es una inversión que nos puedes ayudar a ser más productivos, más eficientes, poder hacer más y mejores tareas, etc. En formación podemos hablar de un curso de 400 horas o de un curso de un par de tardes para reforzar algunos puntos, todo depende de nuestras necesidades y todo nos va a ayudar.
- ¿Saltar a la nube? Puede que haya llegado el momento de actualizar nuestras aplicaciones por una versión más moderna y en la nube, no solo se trata del ERP, puede tratarse también de las aplicaciones ofimáticas, del servidor de correo, etc. Un buen propósito sería analizar y comparar costes y beneficios de actualizarnos a la nube.
Y tú ¿ya tienes tus propósitos tecnológicos?