Durante este verano, me animé a destripar de nuevo el iMac que tengo en casa, esta vez, para cambiar el disco duro interno por un bonito SSD Crucial M4 de 256GB. Antes de empezar, os pongo en antecedentes.

Tengo un iMac de 20″ early 2008 (el modelo que se lanzó a principios de 2008), en su momento venía con la versión Leopard de Mac OSx. Tras actualizar a Snow Leopard y  aumentar la RAM, el rendimiento mejoró bastante, pero a partir de Lion, el rendimiento cayó en picado (no se trata de un caso aislado). Con el reciente Mountain Lion el rendimiento debería mejorar de nuevo, así que aproveché para hacer un cambio de hardware que sí iba a asegurar un aumento de rendimiento en condiciones, instalar un SSD.

 

Material antes de empezar

Como comentaba al principio, el disco elegido fue un SSD de Crucial, modelo M4 de 256GB SATA3 (aunque mi versión de iMac lleva SATA2), después de leer por diversos foros la recomendación de esta marca y su buena relación calidad-precio. El disco es de un tamaño 2.5″, por lo que para utilizarlo en el iMac, se necesita un adaptador (o caddy). El que he utilizado es el modelo de la marca OZC. Más adelante comprobé que el uso de tornillería especial de Apple es sus equipos me iba a dar más de un dolor de cabeza.

Para desmontar el imac tan solo se necesita una ventosa para despegar la pantalla de cristal, un destornillador torx y uno de estrella.

 

Empezando a desmontar el iMac

El primer paso es desconectar el iMac y colocarlo boca arriba en alguna superficie cómoda para empezar a desmontar. Tras esto, debemos quitar los módulos de RAM, que se encuentran en la parte inferior de la pantalla. Para esto hay que quitar el tornillo de la tapa, veremos dos solapas negras de las que debemos estirar y extraer los módulos.

Una vez extraída la RAM, podemos empezar a desmontar el iMac, para ello debemos extraer el cristal de la pantalla. El cristal no va pegado, ni con tornillos, se mantiene gracias a unos imanes, su extracción es tan fácil como colocar una ventosa y estirar lentamente para no quebrarlo. Tras quitarlo, tenemos acceso a 12 tornillos torx, que debemos extraer y apuntarnos su posición, ya que son de diferente tamaño (en mi caso, los dejo colocados en una mesa).

El siguiente paso es separar el marco de aluminio frontal, simplemente estirando desde la parte superior, pero hay que hacerlo con cuidado, ya que tenemos que desconectar el cable de la webcam que encontramos en la parte superior. Estiramos haciendo juego y el frontal sale con facilidad. Ahora es un buen momento para pasarle un cepillo a los ventiladores y el aspirador a velocidad mínima para quitar el polvo acumulado.

 

Quitando la pantalla LCD del iMac

Cuando ya tenemos acceso a las tripas del iMac, vemos que el LCD cubre los componentes que queremos cambiar, por lo que tenemos que sacarla también. Proceso que, como hasta ahora, es sencillo pero delicado.

• Quitaremos los tornillos que sujetan el marco de la pantalla (y nos guardamos su posición en un papel o mesa).
• Desconectamos el cable de los sensores del ventilador que viene de detrás del LCD.
• Desatornillamos y desconectamos el cable VGA.

Ahora ya podemos levantar la pantalla, pero ojo, quedan unos cables de alimentación en la zona de la derecha que también tenemos que desconectar (marcando antes la posición en la que están conectados) y ya podemos quitarla con seguridad.

 

Cambiando el HDD por un SSD

El disco duro HDD queda a la vista, para quitarlo hay que presionar (con bastante fuerza) la pestaña negra y estirar con cuidado. Desconectamos los cables de alimentación-datos y despegamos la sonda de temperatura.

Atornillamos el SSD a la carcasa y le colocamos la pieza negra del HDD con los tornillos (es dificil y hay que hacer mucha fuerza ya que los tornillos son muy grandes y apenas hacen rosca en la carcasa). Luego, colocamos la carcasa con el disco en el hueco y comprobaremos que tampoco encaja muy  bien, así que lo colocamos en los huecos de uno de los lados y podemos hacer presión con algún tipo de cartón o papel. Esto último no es necesario, pues el SSD no tiene componentes mecánicos y no va a vibrar. La sonda yo la he dejado pegada en la parte de debajo, haciendo contacto con el propio SSD

Ahora ya queda ir montando todo de nuevo, colocar LCD, conectar cables y tornillos, colocar el marco, atornillar, poner el cristal de la pantalla y conectar la RAM. Una vez todo en su sitio, queda encenderlo y proceder a instalar Mountain Lion.

 

Instalando Mountain Lion con un SSD

Cuando ya hemos dejado todo en su sitio, la instalación en un SSD es como con otro tipo de disco duro. En mi caso, tenía preparada la iso de Mountain Lion en un USB, que reconoció perfectamente y me dejó instalar sin problema (aunque por alguna razón, la instalación es muy lenta).

 

Activar TRIM en el SSD

Este paso es muy importante para un correcto funcionamiento y mejora de la vida útil del disco. El TRIM es una característica que informa al SSD que bloques de memoria han dejado de usarse al borrar un archivo y puede vaciar. Esta característica viene habilitada cuando compras un Mac con disco SSD, pero cuando cambias el disco por tu cuenta, el sistema operativo no activa esta opción para la mayoría de SSD.

El primer paso es comprobar que efectivamente no está habilitada la opción. Lo podemos ver en Acerca de este Mac>Más Información>Información del sistema>SATA

Para activarlo, utilizaremos la aplicación TRIM ENABLER, únicamente debemos instalar la aplicación y abrirla. Veremos un botón para activarlo y tras esto, reiniciamos. Ahora podemos ver como la opción ya nos sale activada.

 

Poniendo a prueba y testeo del SSD

La mejora de funcionamiento es apabullante, el arranque es inmediato, las aplicaciones se abren al instante, incluso las que abren miles de ficheros, como iTunes (70GB) y iPhoto (50GB), en las que se puede navegar y no notas retraso en el acceso a los ficheros.

Con la aplicación de BlackMagic Disk Speed Test da los siguientes resultados tras pasarle el test 2 veces:

Finalmente, decir que recomiendo este cambio sin ninguna duda, el equipo se rejuvenece una barbaridad y podemos estirar los años de uso del equipo gracias al aumento de rendimiento y velocidad.